Continuando con el maestro, en un escrito que había recibido anteriormente se le consultaba con una posibilidad que no contemplaba el libelo “en sus teorías conspiranoicas” y era que la decisión que Di Stefano jugara en el Real Madrid se toma en un Consejo de Ministros en La Coruña según el escritor Julian Garcia Candau.

Lo que contesta Salazar es lo que sigue:

“Amigo Antonio:

Tengo el libro de García Candau sobre Bernabéu publicado en 2002 y, en efecto, en las páginas 234 y 235 aparecen las frases que citas. Pero, dos párrafos después (también página 235), escribe el periodista villarrealense: ‘En la solución final del pleito intervino como hombre bueno Armando Muñoz Calero…

 

Cabe preguntarse si la solución estuvo en el Consejo de Ministros o en la mediación del delegado de la FIFA. Y yo puedo responder que dijesen lo que dijesen Franco y sus ministros, Di Stéfano no hubiese podido jugar ni en España ni en ningún otro país adscrito al organismo internacional mientras éste, la FIFA, no hubiese dado carpetazo al contencioso sobre el jugador argentino.

 

Pero, yendo un poco más allá. García Candau había publicado en 1996 otro libro titulado MADRID – BARÇA, HISTORIA DE UN DESAMOR. En su página 181 se reproduce lo del Consejo de Ministros de La Coruña y que Sancho Dávila y Saporta acudieron a Barajas para saber de labios de Raimundo Fernández Cuesta la solución. Prácticamente utiliza las mismas palabras en ambos libros. Sin embargo, en aquel dice a continuación: Previamente, ambos clubes, revocada la prohibición de fichar a Di Stéfano, habían aceptado la participación de un mediador en el conflicto. Actuó de hombre bueno Armando Muñoz Calero…

 

¿Por qué cambia su versión García Candau? He subrayado la palabra previamente.

 

El único Consejo de Ministros que tuvo lugar en Galicia ese verano (hecho fácilmente comprobable) tuvo lugar en el Pazo de Meirás y no en La Coruña. Fue el día 11 de septiembre. Por supuesto me he repasado enteras todas sus disposiciones y lógicamente no aparece nada sobre fútbol. Aunque hubiesen tratado el tema supongo que tampoco lo mencionarían. Pero la reunión de Bernabéu y Carretó con Muñoz Calero (los célebres 17 debieron quedarse esperando en el bar) fue el 15 de septiembre, es decir, no previamente, sino cuatro días después.

 

Recordemos que desde el 24 de agosto anterior no se podían fichar extranjeros. Para que Di Stéfano pudiese fichar por otro equipo del exterior debían ponerse de acuerdo Barça y Madrid. Sólo así podrían recuperar el dinero desembolsado.

 

Sea cualquiera la resolución que la Delegación Nacional de Deportes adoptara en relación con el jugador Di Stéfano, ambos presidentes se comprometen a realizar el máximo esfuerzo para consolidar las amistosas relaciones deportivas que siempre han debido existir entre sus respectivos Clubs, de tan destacada raigambre en la afición futbolística de Barcelona y Madrid. Este es el punto e) del acuerdo firmado el 15 de septiembre.

 

Si fuese cierto que Dávila y Saporta acudieron a Barajas ¿Qué les pudo contar Fernández Cuesta? ¿Se sentó Bernabéu a negociar sabiendo que Franco había decidido que Di Stéfano jugase en el Madrid? García Candau, que siempre intenta politizarlo todo, se equivoca en su primer planteamiento y luego rectifica a medias.

 

Pero es en la tarde del 19 de septiembre cuando la Delegación Nacional de Deportes hace público el comunicado en el que, sin mencionar a ningún jugador, acepta que puedan jugar en España los fichajes que estuviesen gestionándose con anterioridad al 22 de agosto anterior. Ya hay carta libre para que juegue Di Stéfano en nuestro país.

 

Ahora es cuando Saporta va a Barajas (él no recordaba que coincidiese con Sancho Dávila y mucho menos que tuviese a Fernández Cuesta como interlocutor). Lo que va a recoger Saporta el día 20 es la orden firmada por la Delegación Nacional para que Di Stéfano pueda actuar en España. A continuación, llamarán a Di Stéfano que estaba en Barcelona para que viaje a Madrid. Lo hará el día 22 y debutará el 23 ante el Nancy.

 

Soy un gran lector desde mi más tierna infancia. De fútbol poseo más de novecientos libros y mi biblioteca supera los tres mil. Con mucha frecuencia, durante mis numerosas lecturas me he preguntado ¿cómo lo sabe? En una conversación entre dos personajes históricos ya fallecidos, el autor no sólo relata las palabras sino también los pensamientos de uno o ambos personajes. Se escriben muchas afirmaciones, como si fuesen ciertas, acerca de asuntos problemáticos. Tales afirmaciones reclaman una justificación o prueba, pero generalmente brillan por su ausencia. Por ejemplo, la lista de esos famosos diecisiete.

 

Por eso creo que hay que preguntar, con gran cortesía y educación, pero con exigencia de respuesta ¿CÓMO LO SABE?

 

Un abrazo

BERNARDO”

A continuación se mostrará, un tema colateral más de Salazar.