FOLLETO “LA APORTACION DE LOS CATALANES A LA GUERRA DE LIBERACION Y A LA PAZ ESPAÑOLA”. EDICIONES MOVIMIENTO. 1975.

ESCRITA POR EL SOCIO DEL C. de F. BARCELONA CARLOS CAVA DE LLANO Y PINTÓ.

 

Conferencia pronunciada en la Agrupación de Hermandades de la Cruzada de la División Azul de Barcelona el 25 de enero de 1975, en conmemoración del XXXVI Aniversario de la liberación de Barcelona.

PRESENTACION por

El Ilmo Sr. D. MARTIN FUSTÉ SALVATELLA

Coronel del Cuerpo de Caballeros Mutilados por la patria, Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona y Presidente de la Hermandad de Ex-Combatientes de la IV Division Navarra de Cataluña.

Sras., Sres.: Se cumplen mañana 36 años del día en que las fuerzas nacionales entraban en Barcelona, liberándola. Hoy conmemoramos aquel hecho. Organizado por la Agrupación de Hermandades de la Cruzada y de la División Azul, año tras año vamos recordándolo; queremos que las generaciones futuras no olviden aquel día, cuyo recuerdo hace que nos vuelvan las lágrimas a los ojos rememorando aquellos momentos trascendentales en que la gente vibraba de ilusión y alegría al verse liberada, y así las fuerzas Nacionales lograron que Barcelona se incorporará de nuevo a la vida de España. La Agrupación de Hermandades, este año ha designado al amigo Carlos Cava de Llano y Pintó para que os dirigiera la palabra, recordando un hecho trascendental en la vida de la Historia de España. La Historia es un conjunto de pequeños detalles, pero es que en esos detalles hay, en la Historia de la Cruzada, la aportación de los catalanes; no solamente en todos los actos de la Liberación, sino en los actos de la Paz.

Y se ha designado al amigo Carlos Cava de Llano, a quien tengo el honor de presentar, con el que me unen unos lazos de amistad y de intimidad, de toda la vida: Nacido en Lérida, a los 18 años se traslada a Barcelona para estudiar su Carrera de Ingeniero Industrial y después la de Licenciado en Derecho.

En esta Ciudad Condal ha desarrollado casi toda su vida, con las salvedades debidas a la Guerra de liberación y a las exigencias de su vida profesional como miembro del Cuerpo de Ingenieros Industriales del Ministerio de Hacienda. Nuestros padres ya eran amigos, de pequeños habíamos jugado juntos; de mayores hemos continuado nuestra relación. Ha prestado infinidad de servicios y ostentado distintos cargos: Miembro fundador del SEU en Barcelona antes del Movimiento; Camisa Vieja de Falange Española; Jefe del SEU de la Universidad Industrial de Barcelona; Inspector Provincial del Movimiento en Lérida; Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Lérida; Jefe Local del Movimiento en Barcelona, y Jefe Nacional del Sindicato de Agua, Gas y Electricidad y Procurador en Cortes, entre otros muchos. Al frente de la Hermandad de Alféreces Provisionales de Barcelona, ha sido uno de los factores que ha aglutinado a todas las Hermandades Provinciales y Regionales; así hemos logrado que en Barcelona se constituya esta Agrupación, que uniendo y partiendo de entidades de distintos conceptos políticos o distintos orígenes, nos ha unido a todos en torno al Ejército, para mantener lo que nos llevó a la lucha y lo que han sido y son los Principios Fundamentales del Movimiento., por los cuales no solamente hemos luchado, sino que continuaremos luchando, para que se mantengan en toda su integridad y su pureza. Amigo Carlos, no quiero cansar ni decirte más, que todo lo te mereces.

Yo me siento orgulloso de que hoy ostentes esta catedra a los 36 años de la liberación de esta Ciudad, y puedas explicar como leridano y como barcelonés, como componente de aquella Institución de la que formaste parte en el Ayuntamiento de Lérida como Paher ; como Universitario; en tu doble condición de civil y de actividad social; en representación de la Hermandad de Alféreces; como componente de la Hermandad de Ex -Combatientes de la IVª División de Navarra; como ex -combatiente; como militante del Movimiento; como ex-cautivo; como hombre en quien se reúnen todas las condiciones, puedes explicar para la Historia de España, lo que ha sido la aportación de los Catalanes en nuestra Cruzada.

Para ti, esta Catedra.

                          

CONFERENCIA

Excmo. Sr. Capitán General; Excmo. Sr. Gobernador Civil; Excmo. Sr. Gobernador Militar; Representante del Excmo. Sr. Ministro del Ejercito en las Hermandades de Alféreces y Sargentos Provisionales, Teniente General Lobo; Presidente Nacional de la Hermandad de Alféreces Provisionales, Marqués de la Florida (Nota BLOG. Ex Presidente del Atlético de Madrid); Excmas. e Ilustrisimas Autoridades; Caballero Laureado Jaime Bofill Gasset, Presidente de nuestra Agrupación de Hermandades; Sras. y Sres.; compañeros; camaradas; amigos míos.

Sean mis primeras palabras para agradecer esta presentación que ha hecho de mi modesta persona mi buen amigo Martin Fusté, que os pueden inducir a error. Yo soy un hombre modesto que no ha aspirado a mas que cumplir con su deber. A través de mi vida, muy compleja, con situaciones muy diversas, no he pretendido nunca mas que cumplir con mi deber, porque prometí dedicar mi vida a la obra por la que murieron tantos miles de españoles y entre ellos dos hermanos míos. Esta ha sido mi única aspiración.

Gracias por vuestra presencia, y yo voy a intentar en el breve espacio de una conferencia (que sé que es empeño imposible), hacer llegar hasta vosotros lo que fue aquella España ante la que nos encontramos la juventud que no teníamos ninguna ilusión por hacer la guerra, pero que llegamos a la convicción de que era nuestro deber hacerla, porque era la única manera de conseguir la paz. Y este será mi intento, (del que no puedo salir bien librado porque es corto espacio de tiempo 45 minutos), para poder hacer llegar a vuestro animo todo cuanto ocurrió; todo cuanto hicieron los catalanes en el cumplimiento de su deber para salvar Cataluña y volverla al seno de la Patria, del que otros tantos quisieron haberla desgarrado.

Quiero empezar haciendo la reflexión de que parece que exista actualmente un empeño en borrar todo lo que representa la gesta mas grande de la historia moderna de España. Y así parece que se minimizan las fechas como esta, que trajeron a Barcelona aquella ilusión, aquel amor, el fin de una etapa vergonzosa y de oprobio, y asimismo hasta se llega a procurar disminuir y sobre todo desfigurar el sentido exacto del 18 de Julio.

Yo creo que todas las Naciones, prácticamente, deben la creación de sus Estados a una situación conflictiva; y no por ello ni Rusia, ni Francia, ni Estados Unidos, ni China, ni mas reciente Cuba, por no seguir la relación, renuncian, al contrario, tienen como fecha gloriosa la que marca el inicio de una nueva era de esas Naciones. Y conste que en alguna de las que acabo de citar, su punto de arranque viene de muchísimo mas lejos que pueda venir nuestro 18 de Julio. Y no solamente no lo han olvidado, sino que lo mantienen con toda frescura y toda la ilusión de sus primeros tiempos.

Al fin y al cabo, nosotros fuimos a una guerra porque como se ha dicho bien claramente, ya no era posible la paz. No somos pacifistas a ultranza; la paz a cualquier precio no, porque es ignominia. La paz justa, la paz digna y honorable, sí; por eso nosotros, que no somos pacifistas y no somos guerreros por naturaleza (sobre todo este pueblo catalán que es mas bien laborioso y trabajador), si que somos, cuando llega el momento, pacificadores, porque entendemos que la misión del hombre es encontrar la paz, aunque para ello sea imprescindible hacer la guerra.

Una ligera idea tengo que dar sobre los antecedentes del 18 de Julio, para justificar y explicar por qué el pueblo español, y concretamente el catalán, realizó lo que en la Historia esta escrito con letras de sangre. Sabéis que el 14 de abril fue proclamada la Republica en el año 1931, sin que hubiera sido votada por el pueblo español. Simplemente unas elecciones municipales, que por cierto ganaron los monárquicos, pero que, en las poblaciones mas importantes como Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, dieron el triunfo a los republicanos, sirvió para que el entonces Jefe de Gobierno, Almirante Aznar, entregase totalmente la nación en manos de estos, que sin esperar a mas ni poner a votación el deseo del pueblo español, a los dos días, el 14 de abril (las elecciones fueron el 12), proclamaron la Republica en España. Posteriormente, al cabo de un mes (y me encontraba yo en Madrid, precisamente, iniciando mis estudios universitarios), el 11 de mayo del 31 contemplé con mis propios ojos, y os enterasteis los españoles, de la primera quema de conventos. Era el anuncio de lo que iba a suceder después.

El bienio 31-33, llamado bienio rojo, fue incluso calificado por el propio Martínez Barrios(sic), (Gran Oriente de la Masonería Española), como bienio de fango, sangre y lágrimas. Con el triunfo de la CEDA y otros partidos moderados, en 1933, se entraba en un periodo menos agitado. Pero los cabecillas rojos no estaban dispuestos a consentirlo. El 6 de octubre del 34 promueven la revolución de Asturias con una saña feroz, y se proclama aquí, en Barcelona, o se intenta establecer ya, el “Estat Catalá”, si bien el Gobierno, con la heroica intervención del Ejército, acabo con tales intenciones, encarcelando a jefes e instigadores. Pero el 7 de enero del 36 se convocan nuevas elecciones. Se realiza una gran alianza llamada Frente Popular, en el que concurren todas las fuerzas de izquierdas hasta el limite total, y por cierto que sus lemas son “pro-libertad de los pobres presos” y por la “Reconciliación y la Amnistía”. Palabras que os sonaran a hueco, puesto que se están reproduciendo actualmente. ( Y aprovecho para decir que también el 5 de mayo del año 1957 el Partido Comunista, desde el extranjero, convocó para España una “ Junta de Reconciliación Nacional”; y que en 1963 en las reuniones y manifiestos de La Habana, Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri insistieron en la “Reconciliación”; y que el VII Congreso del partido comunista, en Bucarest el año 1972 acordó una campaña “ pro-amnistia”, ( naturalmente en España, no en los países del Este), alentando a “ parroquias y grupos católicos” para que participasen en ella. Y seguidamente el verano de 1973 la Comisión Española de Justicia y Paz acordó realizar esa misma campaña y ahí están sus 160.000 firmas; y efectivamente ahora se pide machaconamente la “Reconciliación Nacional” desde la propia Iglesia. ¡Qué curioso y que digno de meditación es eso… ¡).

Pero, volvamos al año 1936, elecciones del 16 de febrero. A raíz de la victoria del Frente Popular (conseguida con muchos votos de gente de derechas, conmovidas por las patéticas imágenes de los carteles propagandísticos sobre los pobrecitos y angélicos presos, y creídos que aquello de la “Reconciliación” era verdad) ya oímos horrorizados el grito de “Rusia si, España no”, que llenó de consternación a muchos de sus votantes. Pero era tarde, la trampa estaba echada-

Las elecciones dieron el siguiente resultado:

 256 Diputados del Frente Popular

 165 Diputados de Derechas

  52 Diputados de Centro

A pesar de que el numero total de votos daba a los candidatos de centro y derecha cuatro millones novecientos diez mil votos y al Frente Popular cuatro millones cuatrocientos noventa y siete mil solamente. Pero las complejidades, entresijos y sutilezas de la ley electoral, junto a las presiones y anulaciones ilegales de actas, proporcionaron esa ventaja al Frente Popular. Quiero decir aquí, que a partir de aquel momento yo entiendo firmemente que desapareció la Republica Española. Los energúmenos, con los cuales los republicanos, (que los había muy buenos), se aliaron, se los “comieron”. Y así pudo suceder que desde el 17 de febrero de 1936 al 31 de marzo solamente (un mes y medio), ya hubo 199 asaltos, 178 incendios, 345 heridos y 34 muertos. Y del 1 de abril al 6 de mayo, 99 asaltos, 52 incendios de iglesias concretamente, 216 heridos y 47 muertos. Y a todo eso llegamos al 13 de julio de 1936 en que el propio Gobierno comete el crimen de Estado organizado, del asesinato de Calvo Sotelo. ¡Hasta aquí podíamos llegar ¡ ¡Ya estaba bien de persecuciones, de asaltos, de incendios¡ La vida de cada uno de nosotros peligraba constantemente, pero hasta entonces el Gobierno había dicho que eran fuerzas incontroladas. Pero ya la propia Guarda de Asalto, deteniendo en su domicilio a un Diputado, (a pesar de su inmunidad parlamentaria), llevándoselo a las tres de la mañana y pegándole un tiro en la nuca en la propia camioneta venia a proclamar que el Gobierno se había sentido beligerante; ¡y beligerante como asesino¡¡Creo que ante esta situación los jóvenes que hoy me puedan escuchar no podrían haber hecho otra cosa que lo que hicimos los que entonces éramos jóvenes también ¡

En esta situación tensa y dolorosa, llegó el 18 de julio de 1936, en el que la radio, concretamente desde Tetuán, lanzó el siguiente mensaje:

“Al tomar en Tetuán el mando de este Glorioso y Patriótico ejercito envió a las guarniciones leales para con su Patria, el más entusiasta de los saludos. Podéis enorgulleceros de ser españoles. Tened fe ciega; no dudéis nunca; firme energía, sin vacilaciones, pues la Patria lo exige. El movimiento es arrollador. Ya no hay fuerza humana para contenerlo. El abrazo mas fuerte y mas grande. ¡Viva España ¡Francisco Franco”!

El Gobierno, llamémosle republicano, (que yo niego que lo fuera ya), armó al pueblo, y lo mismo hizo Companys aquí, en Barcelona, como presidente de la Generalitat . Al decir que armó al pueblo, ya sabéis a que clase de pueblo armó. Yo vi personalmente en las Ramblas barcelonesas, los camiones, el 16 y 17 de julio, cargados de fusiles y pistolas, que con la simple presentación del carnet de la F.A.I., de la C.N.T., de la U.G.T., del partido comunista o del partido socialista, entregaban lo que tocaba en suerte. Así consiguieron armar a 40.000 individuos, (no se olvide esto). Y así empezó en España la masacre de 500.000 patriotas asesinados en zona roja, porque cada uno era dueño y señor de vidas y haciendas de los demás.

Que fue el nuestro un Movimiento Patriótico y Religioso, es indudable. Que fue una autentica Cruzada lo dijo el Episcopado Español y el propio Papa. Y que en el aspecto religioso debió ser así, nos lo prueba que fueron asesinados en la España roja no menos de 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos y 283 religiosas. Creo que, esto solo, justifica la declaración de Cruzada; y también la justifica lo que dijo un catalán, el Cardenal Gomá, Primado de las Españas y Arzobispo de Toledo, que en una instrucción, de la que os voy a hacer un brevísimo resumen, dice:

“Esta cruelísima guerra, es en el fondo una guerra de Principios, de Doctrinas, de un concepto de la vida y del hecho social, contra otros; de una civilización contra otra. Es la guerra que sostiene el espíritu cristiano y español contra este otro espíritu (si espíritu puede llamársele), que quisiera fundir todo lo humano, desde las cumbres del pensamiento a la pequeñez del vivir cotidiano, en el molde del materialismo marxista. De una parte, los combatientes de toda ideología que representa la vieja tradición e Historia de España; de la otra, un informe conglomerado de combatientes, cuyo empeño principal es, mas que vencer al enemigo, (o si se quiere), por el triunfo sobre el enemigo, destruir todos los valores de nuestra vieja civilización”. Y añade: “Quede, pues, por esta parte como cosa inconcusa, que, si la contienda actual aparece como guerra civil”, (como se empeñan en seguir diciéndonos hoy), “porque es en el suelo español y por los mismos españoles donde se sostiene la lucha. En el fondo debe reconocerse en ella un espíritu de verdadera Cruzada, en pro de la Religión Católica, cuya savia ha vivificado durante siglos la Historia de España, que ha constituido como la medula de su organización y de su vida”.

Y veamos en Cataluña, concretamente lo que sucedía. Ya el 14 de abril del 31, el “avi” Maciá, quiso proclamar el “Estat Catalá”. Componendas, arreglos, en seguida invocaciones al pacto de San Sebastián, (ya los pactos estaban de moda entonces), y por fin se arregló buscando una entente con el Gobierno Central, creándose lo de la “Generalitat”, que el 6 de diciembre del 32 inauguraba el Parlamento de Cataluña.

Entretanto empiezan a aparecer aquí organizaciones que aspiran a salvar a Cataluña. Y así vemos a Peña Ibérica, Peña Blanca, El Cruzado Español. Los Carlistas mantuvieron magníficamente sus posiciones, especialmente en el Centro de Sarriá, en el Centro de Puertaferrisa y en el Centro de las Margaritas de Gracia. Tuvieron, (y digo tuvieron), un periódico llamado El Correo Catalán, que era su banderín. ¡Quién lo diría hoy… ¡

Los Cruces de Sangre lanzaron tres manifiestos llenos de patriotismo y valor. Y la Unión Militar Española, que desde Madrid se organizó, creó la “Agrupación de Juventudes Anti-Marxistas”, con su semanario “Presente”. En mayo del 32, José María Poblador tomó contacto con las J.O.N.S. y se formó un triunvirato en Barcelona, compuesto por Poblador, Cebrián y Maluquer. Y tras la aparición de Falange Española en 1933, formó aquí su triunvirato, compuesto por Roberto Basas, Luys Santamarina y Luis Fontes de Albornoz. Al unirse Falange Española con las J.O.N.S. el triunvirato paso a estar formado por Roberto Basas, Luys Santamarina y José María Poblador; y al acordarse el mando único, José Antonio designó a Roberto Basas.

Aparecen también los Legionarios de España, del Dr. Albiñana; y en Lérida, Gerona y Tarragona se forman cuadros de Falange Española, que contactan con los Tradicionalistas, (muy numerosos especialmente en la provincia de Lérida), y con la Unión Militar Española, igual que en Barcelona.

Pero también se organizaba la lucha por parte de la C.N.T., la F.A.I. el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Trostkista, (P.O.U.M.), con los apoyos que recibían de toda clase. El Gobierno de la República, en la primavera del 36, cambió muchos mandos militares y así Barcelona, perdió, (para el Alzamiento Nacional), las seguridades de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Se concedieron permisos veraniegos masivos. En Barcelona había solo 1.300 soldados de guarnición, el 18 de julio del 36. La lucha se planteó pues, entre estos 1.300 soldados y unos 1000 voluntarios paisanos frente a los 60.000 hombres, formados por los 40.000, armados directamente como explique antes, la Guardia Civil, la Guardia de Asalto, la Policía, los Mozos de Escuadra, los “ Escamots” del Partido “Estat Catalá”, y el aditamento de los individuos de una “Olimpiada Popular” que organizó el Gobierno rojo; aquí, para el 1 de agosto haciendo venir a partir del 10 de julio, a sus componentes, reclutados en toda Europa para el Alzamiento que ellos tenían previsto para uno de los días de fines de julio. Naturalmente, el resultado de la contienda se sabía de antemano cual iba a ser. Una proporción de unos 2.000 hombres contra 60.000, que además no pueden ser sorprendidos porque ya estaban preparados, tenia que llegar forzosamente la derrota. Y lo sabíamos. Y así salimos, porque sabíamos también que Barcelona tenia que cumplir un objetivo; desarticular la IV División Orgánica; que se licenciase al Ejército; que se quedaran desguarnecidas todas las Unidades; y con ello se diese tiempo a Zaragoza y Pamplona para que pudiesen organizarse y dirigirse hacia Madrid. ¡Este objetivo fue cubierto ¡

El domingo 19 de julio, por la madrugada, salieron las tropas del cuartel de Pedralbes en dos columnas; una mandada por el Capitán López Amor y la otra por el Capitán López Belda y 90 falangistas; del Cuartel de Artillería de Montaña, con los Capitanes López Varela, Fernández Unzué, Peña Ibérica y 30 falangistas, del Cuartel de Artillería ligera numero 7 al mando del Coronel Llamas, con 150 voluntarios del Requeté , Renovación Española y Voluntariado Español; el Regimiento de Infantería de Alcántara al mando del Teniente Coronel Robles; el Regimiento de Caballería de Santiago, que como sabéis, en la iglesia de los Carmelitas fue masacrado, a pesar de la promesa que les hicieron si se rendían, e incluso uno de sus componentes, además de ser asesinado, ¡ fue llevado al Parque Zoológico y lanzado a que lo comieran las fieras¡.

En el Regimiento de Caballería de Montesa, (en el que yo hacía 18 días había entrado de guarnición), estuvo el General Fernández Burriel. Lo mandaba el Coronel Escalera. Salieron tres escuadrones y uno de ametralladoras, (este al mando del entonces Teniente Clavero, hoy aquí presente), con 100 falangistas y requetés verdaderamente unificados por su propia voluntad. El tercer escuadrón (que era el mío), lo mandaba el Capitán Santos Villalon, y estaban en él, el Teniente Noailles, el Teniente Modesto Palacios Ferrer, y el Teniente Burgos.

Se nos unió en el Paralelo el Capitán Sinesio Darnell, de Guardia de Asalto. Y un grupo, formado al final solamente por el Teniente Palacios Ferrer, el Teniente Burgos, el Capitán Sinesio Darnell, un Sargento y dos soldados, (de los cuales yo era uno), fuimos los últimos del tercer escuadrón que se rindieron, cuando se nos acabó la munición. El Capitán Villalon había caído herido y el Teniente Noailles se había trasladado a Capitanía General.

Sabéis que, en Capitanía General, el Capitán General Llano de la Encomienda, desde el primer momento estuvo en contra del Alzamiento Nacional. A pesar de que allí estaban mi paisano el Teniente Coronel San Feliz, los Comandantes Mut y Rubio y los Capitanes Coll y Lizcano de la Rosa, (con su Laureada al pecho), (Nota BLOG: Y mas tarde Socio Caído del R.C.D. Español) no consiguieron cambiar el rumbo ni la idea del Capitán General.

En las Dependencias Militares hubo muchos oficiales y pocos soldados, y resistieron hasta las nueve de la noche del domingo día 19 de julio. La Aeronáutica naval facilitó el desembarco del General Goded, pero cuando este llegó, ya la Guardia Civil había salido a la calle y la Guardia de Asalto también. ¡Ya estaba todo decidido¡. Y el propio General Goded, tengo la seguridad que cuando vino fue para prolongar la resistencia, para hacernos cumplir aquel objetivo que he señalado antes. No había ninguna otra posibilidad.

¡La victoria estaba fuera de nuestro alcance ¡

En el resto de Cataluña, inicialmente, triunfó el Movimiento. Téngase esto en cuenta. En toda Cataluña triunfó el Movimiento, y así los falangistas y los requetés, Renovación Española y todas las guarniciones militares unidas, en Mataró, Manresa, Gerona, Figueras, Lérida, Seo de Urgel, se sublevaron y triunfó el Movimiento, pero al conocerse el fracaso de Barcelona sucumbieron también.

Y empieza la persecución y el terror en Cataluña. Eso sí, en nombre del Pueblo y de la Libertad, que da patente de corso para todo. Y pudimos ver aquí el incendio, prácticamente, de todas las Iglesias y Conventos, incluidos los de Sarria, aunque se exceptuaron algunos para guardarlos para los comités, los cuarteles y las checas, de las que se doto cada una de las organizaciones que habían conseguido la victoria. No quiero dejar de consignar que entre los asaltos y asesinatos subsiguientes figuró el del Palacio Episcopal. ¡De modo que mucho cuidado señores Obispos… ¡

En fin, cada partido, cada grupo estableció sus Patrullas de Control, sus propios tribunales de sangre, sus piquetes de ejecución, sus cárceles, sus checas, y así pudo haber no menos de 50.000 asesinados en Cataluña, que no es poca aportación.

No quisiera que se olvidara esa aportación de todos estos catalanes, que, (muriendo y sufriendo cautiverio), realizaron a la causa de la guerra de Liberación. Por eso insisto mucho en ello.

Y encontraron fácilmente la solución, (los que habían conseguido la victoria), para eliminar a tantos “fascistas”. Habían estado solicitando, (como acostumbran a hacer), la abolición de la pena de muerte, cuando no detentaban el poder. Y en cuanto lo tuvieron, efectivamente, la abolieron; simplemente aplicaron la muerte, sin pena…Era innecesaria….

También quiero decir que el numero de cautivos que se estima hubo (solo en Barcelona y provincia) durante toda la guerra, alcanzó la cifra de 60.000 y otros tantos en el resto de Cataluña.

Y ahora un pequeño aparte, para la persecución religiosa. No quiero dejar de consignar en honor suyo, y como lección a recordar, que además del Excelentísimo Señor Obispo Doctor Irurita, fueron asesinados en Barcelona 279 sacerdotes; 22 hermanos de San Juan de Dios; 11 agustinos; 12 carmelitas; 16 cartujos; 9 hermanos de la Caridad; 21 hermanos de la Doctrina Cristiana; 10 dominicos; 21 del Corazón de María; 22 claretianos; 24 jesuitas; 22 escolapios; 39 gabrielistas; nueve monjas misioneras y no hubo muchas más porque el cónsul francés ,  (hay que agradecérselo), evacuó 2.142 religiosas y el italiano 1000; también fueron asesinados 17 salesianos; 37 capuchinos, y 23 monjes de Montserrat, con su prior incluido…..

¡Cuidado, señores abades… ¡

En Gerona fueron asesinados 194 sacerdotes y 120 religiosos y religiosas. En Lérida el señor Obispo, don Salvio Huix, 270 sacerdotes, (de los cuales, 74 en una sola noche, en las tapias del cementerio leridano), 107 religiosos y religiosas. Incendiaron prácticamente la totalidad de templos de toda Cataluña, incluso la Catedral de Lérida. ¡Y entonces nadie pidió ni la reconciliación ni la amnistía ¡

Todos estos datos sobre los sacerdotes y religiosos y religiosas proceden del libro, editado en 1961, “La Persecución Religiosa en España”, de don Antonio Montero Moreno, hoy Obispo Auxiliar de Sevilla, y no de los menos “progres” por cierto. ¡Vivir para ver ¡

Una alusión quiero hacer, (con la brevedad a que me obliga el tiempo) a la Quinta Columna. Tuvo una actuación formidable en Cataluña. Proporcionó la evasión de miles de catalanes. Posiblemente aquí se hallará uno, al que se le aplicó el sobrenombre de “Pimpinela Escarlata”, que, disfrazado de miliciano, salvó muchísimas vidas. Se organizó el Servicio de Policía Militar, en conexión con el Cuartel General de Salamanca. Y concurrieron a la lucha clandestina el “Circulo Azul”, el “Córdoba”, el “Felman”, el “Osote”, el “Concepción”, el “Todos” y el “ Santa Marina”. Las mujeres falangistas y tradicionalistas actuaron extraordinariamente. Especialmente en cuanto a Socorro Blanco. Quiero dedicar (perdonádmelo), un recuerdo emocionado a Sabina Carranceja, y a la compañera de mi vida, que está aquí y que ostenta, por ello, la medalla de la Campaña…

Muchos pagaron con su vida. Fue inconcebible que mi buen amigo Luis Canosa, que montó el grupo “Luis Ocharán” , pasase catorce veces la frontera, y pudiese salvar su vida; y otro amigo mío, tal vez el hombre mas buscado por la policía roja, hoy muy enfermo y que me ha llamado por teléfono advirtiéndome que muy a pesar suyo no podría estar aquí en persona, pero que estaría en espíritu: Álvaro de Malibrán. ¡Los fosos de Montjuich, las costas del Garraf, y la Rabasada, saben mucho de estos hombres y mujeres que dieron su vida por España ¡…

Y también quiero dedicar un recuerdo a todos los partidarios que estuvimos en zona roja, especialmente en las fabricas de material de guerra. A alguno de ellos yo le debo mi vida, porque estando en la IV de Navarra en la rotura del frente de Aragón, entre Vivel del Rio y Martin del Rio, en mi bautismo de fuego precisamente los tres primeros obuses que llegaron a tres metros de mí no explotaron. No llevaban espoleta. ¡Gracias, amigos… ¡

El éxodo fue extraordinario. El titulo que ha dado a la obra que ha lanzado recientemente mi amigo y paisano leridano Magín Vinielles, “La Sexta Columna”, fue en verdad acertado. Cataluña es la región española que mas evadidos y mas combatientes ha proporcionado al Ejército Nacional, de todas cuantas estaban en zona roja. Veinte mil, treinta mil; es difícil saberlo, porque muchos murieron. Por los montes de Francia y Andorra, como yo, por los frentes, como tantos compañeros, ¡y cuantos no llegaron¡; por el mar, aprovechando mil formulas, desde conseguir pasaporte extranjero, hasta incluso recurrir a eso que se ha vuelto a poner de moda, a decir que eran “Oriundos”. Y efectivamente con “lo de oriundos”, mucha gente se salvó y especialmente alegando ascendencia cubana y de otros países sudamericanos. Y cito ese verso que se le achaca (parece que con fundamento), a José María de Segarra o a su hermano Fernando, que, al poder huir de este infierno rojo que era Cataluña, desde el barco, cuando ya soltó amarras, entonó aquel canto tan conocido y querido por los catalanes, pero con una variante, justificada en aquellos momentos:

                                      Oh dolça Catalunya

                                      Patria del meu cor,

                                     Quan un de tu s´allunya

                                    ¡Recony, quina sort…¡

Cuya traducción libre es:

                                     Oh, dulce Cataluña

                                      Patria de mi corazón,

                                      Cuando uno de ti se aleja

                                       Reconoce su suerte

En Zona Nacional se organizó la vida de todos cuantos iban llegando. Puede estimarse que por la frontera de Irún tan solo, (y antes ya hubo quien entró en la España Nacional por el puesto de Dancharinea), penetraron no menos de cuarenta mil catalanes, entre personas mayores, muchachas, niños y mozos. Y preferentemente se establecieron, los no combatientes, en Pamplona, Burgos, Salamanca, Zaragoza, Sevilla y San Sebastián. Hacendosos y laboriosos, como es tradicional, todos buscaron una forma de trabajar en lo que fuera: pintando botones, elaborando juguetes o haciendo labores, las mujeres; y empleándose o montando pequeños talleres o elementales fábricas, los hombres. Lo que fuese. Todo menos vivir a expensas de los demás. Y trabajando además todos los días, “gratis et amore” en funciones de retaguardia. Ayudó mucho otro buen paisano mío de Tárrega, Antonio Secanell , que consiguió muchos créditos faciales para los refugiados, o sea créditos por la cara; a lo que resultase la guerra. Si esta se ganaba se les devolvería; y si no a perderlo todo, todos.

En Burgos se estableció la Jefatura de Falange Española de Cataluña. Su primer Jefe fue Pepe Martin, y allí actuó muchísimo, y llevó después la Jefatura, una persona que hoy esta en los estrados, mi querido amigo Mariano Calviño (Nota BLOG. Socio barcelonista, desconociéndose desde cuándo), que ayudó extraordinariamente a todos cuantos allí llegamos. Allí, con ese espíritu propio de mis paisanos se organizó también una Revista.

La Revista “Destino”, que llevó en cuerpo y alma el fallecido, mi buen amigo y camarada, Ignacio Agustí. Y se le puso de momento el subtítulo de “Órgano de los Combatientes Catalanes”. Luego al terminar la guerra el subtítulo fue “Política y Unidad”. Y después ….tristes destinos¡¡¡.Vosotros mismos juzgareis.

En San Sebastián funcionó una delegación de Falange Española de Cataluña, y una Comisaria Carlista de asuntos de Cataluña, que se ocupaban de atender a los evadidos y organizar su salida para los frentes.

Y llegamos al frente Nacional. En el frente Nacional hubo voluntarios Catalanes encuadrados en muy diversas unidades del Ejército, Tercios y Milicias. Y digo voluntarios, aunque muchos de ellos estuvieran en edad militar, porque la mayoría de ellos eran, (como he dicho), evadidos de zona roja y pasados con peligro de su vida a zona Nacional. Por eso el propio Franco dijo que los Catalanes que estaban en su Ejercito eran dos veces Españoles.

Y se organizó la “Primera Centuria de Voluntarios Catalanes Virgen de Montserrat”, hoy medalla de oro de la ciudad de Barcelona. La intervención de Marcet de Sabadell, fue decisiva. Fue su Capitan Santiago Martin Busutil y salió para el frente de Espinosa de los Monteros en septiembre de 1936.

Su bautismo de fuego fue el 10 de octubre del 36. Y el 6 de diciembre en acción de guerra en los Montes de Espinosa, defendieron sus posiciones ante un enemigo muy superior en número, que lanzó una gran ofensiva para llegar hasta el mismo Burgos: fue una lucha feroz que duro tres días, en los que la Centuria demostró que sus hombres estaban dispuestos a morir antes que retroceder. Buena prueba, es que allí quedaron todos los oficiales, teniendo que hacerse cargo del mando de la Centuria el Padre Grau, que era Páter de la misma, y cayeron también treinta y seis voluntarios Catalanes, quedando heridos todos los demás. ¡Pero el enemigo no paso ¡No pudo tomar Burgos ¡Bella imagen de una Cataluña española, defendiendo las tierras del corazón de Castilla¡ Allí han quedado, y aun los cantan las mozas, esos dos cantares:

                            Hemos tomado la Herbosa

                            A bayoneta calada

                            La centuria diecisiete, la trece

                           Y la Catalana

Y esta otra:

                              En los Montes de Espinosa

                             Hay una fuente que mana

                             ¡Mana sangre de los Catalanes

                             Que murieron por España ¡

Los supervivientes de aquella gloriosa Centuria constituyen hoy una Hermandad, junto con los familiares de los Caídos de la misma, que es una de las que integran nuestra Agrupación de Hermandades, y esta comandada por nuestro amigo y compañero Jorge Foret.

También se organizó la 2ª Centuria Catalana de Falange Española, el primero de octubre en Burgos. La formó Vicente Lupo, Jefe Territorial de Milicias de Cataluña, y después pasó al mando del compañero Fernando Luque (que también nos acompaña). Casi todos los Viejas Guardias de Barcelona que habían conseguido pasar a la España Nacional se encuadraron en esa Unidad. Allí estaba Lambruchini, (y lo cito por ser un viejo compañero del S.E.U.) y también como detalle original, Ignacio Ros de Ramis, que era el benjamín de la Centuria, pues tenia diecisiete años. Luego fue alférez provisional. Y por aquí andará.

Salió la Centuria al frente de Madrid el 3 de diciembre del 36 y la despidió el general Millán Astray. Fueron a Brunete y otros lugares del frente de Madrid. A primeros del año 37, quedó integrada en la Bandera de Falange de Marruecos, y cuando cesó en su mando Luque, pasó al mando de Luis Ferrater.

Se organizó también la “Bandera Catalana de Falange Española y de las J.O.N.S. por deseo expreso del Caudillo, que se encargó a Vicente Lupo; formada por tres Centurias de fusileros, una de ametralladoras, una de morteros, una de deposito y una de escolta que se creó al ser incorporada esta unidad al Cuerpo del Ejercito de Castilla, por decisión del General Varela, para su propia escolta personal. Estuvo en los frentes de Teruel y Guadalajara, pero también por un azar ocupó esta unidad el primer pueblo catalán que se liberó: Masalcoreig, en la provincia de Lérida.

No quiero dejar de citar a los compañeros que hubo en la primera División de Navarra. De ellos, muchos están hoy incorporados en la “Hermandad del Maestrazgo” y en la de los “Tercios de Requetés”, de los que hoy está aquí entre nosotros su presidente, el buen amigo Luis Costa Camps.

Otros muchos compañeros, entre ellos yo mismo, y el buen amigo Martin Fusté, que ha hecho mi presentación, estuvimos encuadrados en la IV División Navarra, que llegó al final de la guerra a tener tantos Catalanes, que la llamábamos ya la IV División de Cataluña. Se formó en Villarreal de Urrechua, cuya plaza defendió bravamente. Operó en el Norte, Vizcaya y Santander; estuvo en la batalla de Brunete; llegó al Mediterráneo, entre Vinaroz y Benicarló, partiendo en dos a lo que quedaba del Ejercito Rojo; luchó bravamente en la batalla del Ebro, y actuó decisivamente en la liberación de Cataluña, en cuyo suelo hay numerosos monolitos que recuerdan su paso y su heroísmo. Mandada siempre por el General don Camilo Alonso Vega, hoy presidente de Honor de nuestra Hermandad de Excombatientes de la IV División Navarra, de Cataluña, cuyo Presidente efectivo es nuestro compañero Martin Fusté Salvatella.

No quiero dejar de mencionar tampoco la presencia de marineros voluntarios Catalanes en diversas unidades, que hoy también tienen constituida aquí su Hermandad, presidida por el buen amigo Joaquín Itchart. Mas de un centenar consiguieron ser incorporados en los célebres “Bous” del Cantábrico o en unidades de Marina de Guerra Española. También la Aviación se vio nutrida de compañeros Catalanes y buena parte de ellos tuvieron el honor de figurar en la escuadra del inolvidable Comandante Joaquín García Morato.

El Tercio de “Requetés Catalanes Nuestra Señora de Montserrat” se organizó a principios del 37, mandado por el Capitan Fenollosa de Manresa. Contaba inicialmente con ciento ochenta hombres, que fueron remozándose continuamente, cubriendo bajas y, (como es usual en los tradicionalistas), hubo varios hermanos de la misma familia, incluso hasta cuatro, y hubo padres e hijos al mismo tiempo, y hasta hubo un padre de sesenta años que se presentó a cubrir la baja por la muerte de su hijo. En Codo y Belchite, el 23, 24 y 25 de agosto, puede decirse que el Tercio de Requetés Catalanes de Nuestra Señora de Montserrat, junto con otras unidades del ejercito y luchando hombro con hombro con los naturales de Codo, defendiendo aquella tierra aragonesa, salvo a Zaragoza; consiguió la Laureada colectiva y el amigo Jaime Bofill, hoy Presidente de nuestra Agrupación de Hermandades, la Laureada individual.

De su estancia en Codo ha quedado tan hondo recuerdo, que en todas las casas evocan, hasta por sus nombres, a los requetés Catalanes, y en muchas de ellas se venera, junto con la Virgen del Pilar, la Virgen de Montserrat, que incluso esta en una hornacina en una de sus calles; y muchos vecinos cantan el “Virolai”, montserratino con tanto entusiasmo como nosotros. ¡Esta es la verdadera Unidad de los hombres y las tierras de España¡ Y de todo ello puede dar fe el Laureado General Salas, aragonés hasta la medula y barcelonés de adopción que ganó su Laureada en aquellas mismas acciones.

Solo ese Tercio de Requetés proporcionó, a través de la Campaña, sesenta oficiales provisionales, de los cuales, uno José María Vilaseca, es hoy Presidente de la Hermandad de este Tercio, (que nos acompaña aquí) y otro el Vicepresidente primero de la Hermandad de Alféreces Provisionales de Barcelona, Francisco Gómez Viñuela, que no se encuentra aquí, porque esta muy cerca de presentarse ante Dios…

Actuó también el Tercio de Villalba de los Arcos, ( en la batalla del Ebro, en la posición Cuatro Caminos), cuando los rojos tenían tomada la cota cuatrocientos ochenta y uno y la posición de los Requetés estaba rodeada por la brigada Lister, la de Modesto y la del Campesino, en una proporción de veinte a uno ¡Allí dieron ejemplo de lo que son capaces los Catalanes cuando se les obliga a hacer la guerra¡ Solamente, (como dato), del 30 de julio de 1938 al 9 de agosto, ( en diez días), consumieron ciento cincuenta mil cartuchos de fusil y ametralladora, siete mil granadas de mano, mil cuarenta y cinco granadas de fusil y ametralladora, mil cuarenta y cinco granadas del ochenta y uno, mil ciento cinco del cincuenta.

Murieron ocho oficiales, doce sargentos y ciento cuarenta y ocho Requetés. Y allí en la posición que ellos defendieron y en la que defendían los rojos, cota cuatrocientos ochenta y uno, allí hay dos cruces a las que no les faltan flores; y tanto las cruces como las flores las erigieron y las cuidan los compañeros Requetés supervivientes: una para sus compañeros, otra para los adversarios. ¡Esa es la verdadera Reconciliación ¡

En el frente de Extremadura, donde finalmente fue a parar el Tercio, aun tuvieron quince Requetés Caídos. En total trescientos veintidós Caídos y setecientos cincuenta heridos y mutilados.

En la Hermandad de Sargentos Provisionales, figuran muchos catalanes que estuvieron desempeñando esta extraordinaria función, (que nunca será suficientemente entendida, ni recompensada), que efectuaban los Sargentos; este escalón intermedio entre oficial y la tropa. Y como tengo la convicción, que, como sobre todos los Oficiales Provisionales, que bisoños llegamos al frente, nos amparábamos en su veterinaria, en su experiencia y en su valor, yo aprovecho esta ocasión para rendir a la Hermandad de Sargentos Provisionales, mi mejor tributo de admiración.

La Liberación de Cataluña se efectuó en primer lugar, por la provincia y ciudad de Lérida, aunque en realidad quedo solo medio liberada, partida por el rio Segre, el 3 de abril de 1938. Como detalle anecdótico, (no da para más tiempo), diré que el primer soldado que entró en el pueblo de Torrefarrera enarbolando la bandera bicolor fue un leridano, y ese mismo fue el primer soldado catalán que entró en Lérida Capital. Yo se quien es, pero me lo callo…

En Tarragona hay una anécdota curiosa y es que en Reus se recibió al Ejercito Nacional con la banda de música del Ayuntamiento.

Y en Barcelona otro detalle anecdótico, tomado a vuela pluma, que creo vale la pena reflejar, es que la primera Unidad que entró en vanguardia del Ejercito Marroquí, el día que se penetró en Barcelona, por Collblanch y Sans, hoy hace años, era la IV Bandera de la Legión, mandada por el entonces Comandante Iniesta, que llevaba entre sus oficiales al Teniente Provisional José Quintana Miquel de Tarrasa, y al Alférez Provisional Francisco Gomis Casas , de Barcelona, ¡ con sesenta soldados catalanes¡

En Gerona entró la IV División Navarra, con sus catalanes. Allí pasaron por el dolor de conocer las ultimas “hazañas” de los rojos en desbandada, que poco antes habían realizado cuarenta fusilamientos en el Santuario de Nuestra Señora del Colell ( entre ellos nuestro camarada Roberto Basas), y cuarenta y dos fusilamientos en Pont de Molins ( entre ellos el Obispo de Teruel, Fray Polanco y el defensor de esa plaza Coronel Rey d´Harcourt) La IV de Navarra colocó la bandera de España y su Pendón en la raya fronteriza, acabando así la liberación de Cataluña para España y para los Catalanes. ¡Y aún hay Pirineos ¡

Termino ya diciendo que todos cuantos combatimos, todos cuantos aquí sufrieron, tenemos la satisfacción del deber cumplido: Las recompensas mejores son las que nacen de los valores espirituales; estas no tienen comparación con ninguna otra. Pero no quiero dejar de mencionar que los Catalanes obtuvieron entre otras, las siguientes recompensas oficiales:

La Laureada individual a Jaime Bofill Gasset, varias medallas individuales, de entre las cuales recuerdo a José Andrés Lacour Maciá, Ildefonso Miró Segret, Trino Fontcuberta, Álvaro Borras, Francisco Lach; los sargentos Minvadas y Guardia; y a título póstumo Carlos Muntadas y Alfonso Desvalls y el soldado Bernardo de Tremp; la Laureada colectiva al “ Tercio Voluntario Catalanes de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat”, y la Medalla de Oro de la ciudad de Barcelona; también la Medalla de Oro a la “ Primera Centuria de Falange Española”, la Medalla Militar colectiva a la “IV de Navarra”; y la Medalla individual de Plata de la ciudad de Barcelona a los sublevados en esta ciudad el 19 de julio de 1936; y la misma distinción colectiva a la Hermandad de Excautivos.

Todo esto es la aportación que hicieron los Catalanes a través de la Guerra, para conseguir la Paz. Y una vez conseguida se dispusieron a cumplir la consigna que les dio el Caudillo, en uno de sus discursos de postguerra: este dijo:

“Combatientes: pensad que empieza una nueva batalla. La batalla de la Paz. Para ella os doy una nueva consigna: producir, producir y producir. Hay que rehacer España. Esta totalmente destruida. Nuestro trabajo en la Paz ha de ser lo que consiga colocar a nuestra Patria, como Nación, Una, Grande y Libre que deseamos todos”. Así, pues, nos aprestamos a ello. Cataluña ha sido un emporio de trabajo y riqueza, al que han venido hombres de toda España a colaborar y a trabajar. Ese ha sido también nuestra gran aportación, un gran esfuerzo, y sobre todo ha puesto de manifiesto ese deseo de vivir en Paz, con orden, con justicia, y dignamente, que es la suprema aspiración de los Catalanes. Cumplimos con nuestro deber en la guerra y creo que hemos cumplido en la Paz, a las ordenes de Franco, y lo seguiremos cumpliendo, junto al Ejercito español, a las ordenes de un nuevo y joven Capitán: El Príncipe de España.

Y ya, mi General, Autoridades y amigos todos perdonad el abuso que he hecho de vuestra paciencia, y termino, en la creencia de que interpreto la voluntad de todos cuantos cayeron, cuantos lucharon, cuantos sufrieron, y cuantos aportaron todo lo que pudieron a esa epopeya española, diciendo:

¡Que la Paz, digna, honrosa y justa, sea con todos vosotros ¡

Carlos Cava de Llano, socio barcelonista, vivió por esa España Una, Grande y Libre, que conste en acta.

 

 

Continuara.