La Santboiana es el club decano del rugby español.

Fue creado oficialmente en 1923, pero ya existía sin papeles desde 1921.

https://www.elconfidencial.com/deportes/rugby/2017-09-30/referendum-cataluna-santboiana-decano-sabadell_1452060/

En 2017 este club catalán y catalanista se pronuncia claramente a favor del referéndum ilegal, dando su apoyo al mismo.

https://www.revista22.es/2017/10/la-u-e-santboiana-participa-referendum-ilegal/

Y más tarde sus componentes votan en el mismo.

Ahora se retrocede al mes de julio de 1975, cuando era “LA SAMBOYANA”.

En La Vanguardia Española de fecha 10/7/1975, en su pagina 8 se puede leer en las Audiencias en El Pardo, una que indica:

Comisión del Ayuntamiento de San Baudilio de Llobregat (Barcelona) y junta directiva de la Unión Deportiva Samboyana  (entidad de rugby), presidida por el alcalde don José Sebastián Gabarró Casanovas, acompañada del delegado nacional de Educación Física y Deportes, don Juan Gich y Bech de Careda.

Uno de los Archivos donde este BLOG ha estado presente, como se ha indicado en situaciones anteriores, es LA FUNDACION NACIONAL FRANCISCO FRANCO y en ella existe el documento 15183, donde hay dos hojas.

En la primera son las palabras que le dedica el alcalde de la Villa Hospitalaria de San Baudilio de Llobregat a S.E. el JEFE DEL ESTADO, con el motivo de su presencia y en la segunda el listado de asistentes.

A continuación, se adjuntan ambas paginas para conocimiento de los lectores.

 

La línea final cortada dice:

San Baudilio de Llobregat, a 4 de Julio de 1975.

Es la ultima o casi la última vez, que una delegación deportiva fue recibida en El Pardo.

No hace falta ser “saltataulells” “para ver de modo muy claro” que la medalla es una imposición de Gich a la Samboyana y que “las dramáticas” palabras del alcalde son por tener a la Policía detrás de cada uno de los presentes.

Por ello se concluye que la medalla otorgada se pudiera estudiar su retirada, cuando además igual no consta ni en el libro de actas del club.

Puede que los “saltataulells” con su proverbial rigurosidad académica acaben confirmando lo anterior, con su metodología, de nunca dar opiniones, sino siempre presentando evidencias.