NOTA LUCTUOSA

Este medio acaba de conocer el fallecimiento de Sergio Nieto, socio número 1 del Real Madrid y amigo del que escribe.

https://as.com/futbol/primera/muere-el-socio-numero-1-del-real-madrid-n/

Sergio tuvo una participación aquí recordando la tarde del 11-1 de 1943, junto con el entonces socio número 51, que ha quedado reflejada a continuación:

https://saltataulells.com/fuentes-primarias/la-copa-de-1943-testimonios-directos-de-tres-espectadores-del-11-1-el-13-de-junio-de-1943/

Tome nota el lector que ese día, los más tarde socios 1 y 51, no llevaban ningún pito regalado por el Club.

Con respecto al tercero, mero aficionado y un amigo, si entraron con pito al estadio, pero que habían adquirido en un puesto de la calle, pues ese día había una verbena muy famosa en Madrid.

Sergio tendrá más tarde un recuerdo más extenso en este modesto medio.

D.E.P. y se da un sentido pésame a su familia.

Y seguro que seguirá viendo y corrigiendo sus defectos, del equipo de sus amores desde donde se encuentre.

DESDE EL MADRIDISMO NUMERO ESPECIAL VERANO 2025:

Con las prisas de su edición, en este trabajo, solo se recoge la declaración de José Suñol Casanovas, sobre los problemas de convivencia que tuvo con su hijo y la desconocida adicción a la morfina de este, así como los desfalcos que cometía en las empresas paternas.

En trabajos posteriores se desarrollará más el tema del padre y el hijo.

DECLARACION DE 6 PAGINAS EN UN JUICIO MILITAR.

A REQUERIMIENTO DEL SR. DELEGADO DE ORDEN PUBLICO DE LEON, Y COMO EXPOSICION DE CUANTO AFECTA A LA VIDA DE MI HIJO JOSÉ Y DE LA MIA, HAGO LAS SIGUIENTES DECLARACIONES:

(NOTA BLOG. Posteriormente se podrá demostrar que el Delegado de Orden Publico de León es un testigo amigo y de informe favorable a Suñol padre).

1º.- Siempre me preocupé, como buen padre, de la educación de mi hijo. La recibió en el Colegio de los P.P. Escolapios de Barcelona, y la completó en la Universidad de la misma ciudad, ayudado por profesores particulares. Procuré inculcarle las mismas ideas que a mis hijas y no pude lograrlo.

2º.- Mi desgraciado hijo sufrió en su primera juventud una apendicitis grave, que le operó el doctor Raventós (q.e.p.d.)

Para calmar sus dolores se habituó a tomar morfina, no pudiendo terminar por esta causa la cerrera de abogado. Después se le formaron cálculos en la vejiga biliar, que le operó algunos años más tarde el Doctor Gossé de Paris.

3.- Convencido de que mientras mi hijo tomara morfina no lograría su regeneración, le envié al Reformatorio de Santa Rita, de Madrid. Le acompañó mi yerno, el doctor Luis Noguer. Días antes habíamos tenido que aislarlo en el propio domicilio de mi yerno, bajo la tutela amistosa de Doctor Juan Flores García.

Algún tiempo después de salir del Reformatorio ¿tuvo? una larga temporada de aislamiento en Caspe y en Deyá (Mallorca) en la bondadosa compañía de D. José Giner Pitarch, hoy Catedrático del Instituto de Teruel.

Mi hijo tendría entonces unos 23 años.

Después de sufrir varias recaídas en su morfinomanía, firme en mi propósito de curarle, le envié al Instituto Mata, de Reus. Le acompaño mi cuñado, Don Carlos Vázquez. Cuando le dieron de alta, tuvimos la impresión, lo mismo los médicos, que yo y mis amigos, de que mi hijo estaba casi curado.

4.- Transcurrieron algunos años más, al cabo de los cuales me pareció su mejoría consolidada y creí llegado el momento de intentar un esfuerzo decisivo para apartarle de sus actividades políticas. A este efecto creé una gran casa de Comisión, que puse a nombre de mi hijo y le traspasé, con mi garantía, entre otros contratos, el que yo tenía con la Compañía de Industrias Agrícolas, para la venta de azucares de su fabricación. Aprovechando así su clara inteligencia y su temperamento comercial, le di nuevos estímulos y le ocupé muchas horas con la esperanza de desviarle de la política.

5.-Mi hijo se había casado algún tiempo antes, constituyendo casa aparte, lo cual me impedía, prácticamente, ejercer una vigilancia eficaz sobre su vida, además de que yo le creía curado de su morfinomanía.

6.- Mi hijo, gracias a sus cualidades nativas para el comercio y a un singular don de gentes que tenía, logró que su casa de Comisión alcanzara beneficios anuales de algunos cientos de miles de pesetas, en la que participaban otros, señaladamente la Compañía de Industrias Agrícolas. Estos beneficios en la menor parte que le correspondía, más los emolumentos por dirigir la sección comercial de alcoholes de la referida Compañía y las participaciones como Consejero que era de varias importantes Sociedades Anónimas, le proporcionaban ingresos suficientes para vivir rodeado de comodidades y atender a la política, al futbol y a otras apasionadas inclinaciones suyas.

7.- En el año 1931, me enteré un día con asombro por el Doctor Abelló, de Reus, de que mi hijo había dispuesto de varias cantidades del despacho en diferentes ocasiones (hecho que enseguida comprobé, resultando desgraciadamente cierto) por una suma total de unas 300.000 (trescientas mil) pesetas, cuya cantidad tuve que reponer con cargo a mi cuenta. Del traspaso de esta cantidad, quedó en mi caja un recibo firmado por mi hijo, al salir yo de Barcelona en Octubre de 1936.

En los últimos tiempos, al principio de la Revolución, me presentó el Banco de Bilbao de Barcelona, con gran sorpresa mía, una cuenta de crédito a nombre de mi hijo, que fue la primera de que jamás tuve noticias y la única, y a pesar de mos (sic) objeciones hube de reconocer las 90.000 (noventa mil) pesetas, aproximadamente, de que mi hijo había dispuesto en descubierto.

Esta suma, unida a varias deudas contraídas por mi hijo, que fueron saliendo, representa un total, según apreciación a “grosso modo” hecha por mi desde el extranjero, de unas 200.000 (doscientas mil pesetas).

8.- Cuando la revelación del Doctor Abelló, buen amigo de mi hijo, tuve uno de los mayores disgustos de mi vida. Mi hijo entonces me prometió retirarse de la política. Pasó el tiempo y a pesar de mi insistencia no pude ver realizada esta máxima aspiración de mi vida. La amenaza de desheredarle hubiera producido efectos contraproducentes, pues mi hijo, que frisaba ya los 39 años, tenía un carácter muy independiente, y aunque de excelente corazón, era un ideólogo, sin equilibrio económico, que no daba importancia alguna al dinero. Al sentirse amenazado hubiera perdido el freno, reaccionando con violencia, y como yo no podía desposeerle de la legitima de la herencia que le correspondía por la Ley Catalana, hubiera seguramente acudido a los usureros, que le habrían facilitado cantidades muy superiores a las 300.000 (trescientas mil) pesetas que sacó del despacho. Y hubiese sido peor.

Por todas estas razones y de acuerdo con el parecer del médico, opté por autorizarle a desplazarse todos los años, durante dos meses de otoño, al Sanatorio de Rives de Prangins (Suiza) al objeto a someterse a un tratamiento del sistema nervioso y en especial a ejercicios de Psico-análisis, bajo la dirección del Doctor Sorel.

En Rives de Prangins le cogió el movimiento revolucionario del 8 de octubre de 1934.

9.-En cuanto a mí, he dedicado toda mi vida al trabajo, fundando y orientando con destacadas y eficaces colaboraciones, una gran Compañía Azucarera y una Sociedad dedicada a la fabricación de leche condensada, contribuyendo a incorporar esta riqueza a la Economía Nacional.

10.- He vivido apartado por completo de la política, no he intervenido nunca en ella, aun cuando personas muy unidas a mí por vínculos de parentesco, como mi hermano y mi hijo, tomaron parte en la misma, no habiendo desempañado yo ningún cargo político, ni cotizado en ninguna organización, ni sostenido jamás, ni dado dinero para sostener ningún periódico.

11.- Mis ideas han sido siempre conservadoras, caracterizadas por un gran respeto al derecho de todos, y singularmente al del humilde y necesitado, a quien creo hay que atender preferentemente, por ser de justicia. De ello estoy profundamente convencido. Mi casa hasido (sic), y es un hogar cristiano, habiendo cumplido siempre con todos mis deberes.

12.- Lo mismo mi hija María Luisa, que mi yerno el Doctor Luis Noguer y mis nietos, han sido siempre de derechas, habiéndose dado en todos los momentos, antes y ahora, pruebas fehacientes de la firmeza de sus convicciones. Mis nietos están hoy prestando sus servicios en el Ejercito Nacional.

————-RESUMEN Y AMPLIACION—————–

1.- Deseando salir al paso de posibles insidias, inspiradas por rivalidades personales o industriales, o por cualquiera otros motivos inconfesables, declaro tener mucho cariño a Cataluña y sobre todo a Barcelona, donde he nacido.

Pero declaro también tener a la vez un gran amor a España, mi verdadera Patria. Y que para mí decir Cataluña, es decir España, pues jamás he concebido que Cataluña pudiera dejar de ser española.

2º.- Avala mi presente declaración el hecho de que todas las fábricas de las diferentes empresas que he fundado y orientado, radican en provincias no Catalanas, y que en Cádiz fundé en finca de mi propiedad una Sucursal de mi casa de Barcelona, dirigida por un apoderado mío andaluz, con numeroso personal, todos ellos andaluces, para facilitar y desarrollar sus relaciones en Andalucía.

3º.- Que la mayor parte de mi cartera, tal vez el 90%, está constituida por títulos de empréstitos del Estado Español y por valores de industrias extendidas por toda España, sin que figure en ella un solo título de empréstitos emitidos por Diputaciones o Ayuntamientos Catalanes, ni por la Generalidad de Cataluña.

4º.- Que, en mi mejor deseo de entrar en la España Nacional, escribí hace más de un año al Generalísimo Franco, en su calidad de Jefe del Estado Español, una carta de adhesión, según acuse de recibo que se acompaña. En mi referida carta se hacía una sucinta relación de mi modesto historial.

Que desde entonces he emprendido tanteos en el mismo sentido.

Y que, al primer requerimiento de una autoridad Nacional, he correspondido gustoso en seguida haciendo acto de presencia sin temor alguno, y

5º.- Que no he querido ampararme en mi avanzada edad, ni en la gravedad latente de mi esposa, paralitica, con angina de pecho, lesiones cardiacas y diabetis, para esperar en el extranjero a que terminase la guerra, como esperan otros españoles, confiados en que para entonces habrá un clima más favorable para entrar en la España Nacional. Y no he querido esperar porque mi conciencia no me acusa de ninguna falta, absolutamente ninguna, contra mi amada Patria.

VIVA ESPAÑA

III AÑO TRIUNFAL

León, 25 de Julio de 1938